lunes, mayo 7

Iluminaciones


Al momento de crear un blog personal,

el ordenador me preguntó
por un nombre para el sitio
dude un momento
y escribí "Iluminaciones"
sin recordar
que ese titulo
corresponde a un poemario
de Rimbaud editado por Verlaine.
A continuación una nota
sobre el título
de ese libro.


Como ya sabemos, Verlaine fue el primero que habló de Illuminations, en su carta a Charles de Sévry. Allí explicaba que el título era una palabra inglesa que significaba «grabados coloreados», y que el propio Rimbaud había añadido, a guisa de subtítulo, la mención «Painted Plates».

V erlaine jamás aportó ninguna prueba fehaciente de 10 que decía. Y, a falta de demostración, los eruditos se lavan las manos.

Da 10 mismo. El título es bueno y se ajusta al contenido del libro, en muchos de cuyos poemas detectamos, en efecto, la intención de escribir pequeñas ilustraciones de cosas vistas con ojos singulares y tampoco hay grandes motivos para descartar la posibilidad de que Rimbaud, en sus tiempos con Verlaine, tuviese escrito o estuviese escribiendo un libro de poemas que se fuese a llamar Illuminations. La tradición, por otra parte, impone su peso, y no voy a ser yo, ahora quien invente una nueva manera de denominar este conjunto de obritas en prosa.

Se discute, también, el acierto en la elección de la palabra inglesa. Según Antoine Adam, el varias veces mencionado editor de Rimbaud en la Bibliotheque de la Pléiade, «los historiadores ingleses... sostienen que illuminations no puede tener ese sentido (el de grabados coloreados»>. Muy cortos historiadores deben de ser esos, porque la sexta acepción de 'illumination' en el Oxford English Dictionary reza así: «El embellecimiento o decoración de una letra o de un escrito con colores brillantes o luminosos, el empleo de oro y plata, la añadidura de tracería elaborada o de ilustraciones en miniatura, etc. ...En plural, los diseños, miniaturas y demás elementos que se emplearon en tal decoración>. No es exactamente la definición que da Verlaine, pero el parecido basta y sobra a efectos literarios: la palabra pertenece al arte de iluminar textos.

Problemas distintos se plantean a la hora de traducir el título. Lo ortodoxo, tratándose de una palabra inglesa que encabeza un texto francés, sería dejarlo tal cual: Illuminations. Además, está el hecho de que 'iluminaciones', en castellano, no tiene el significado decorativo del vocablo inglés. En todo caso (tercera acepción del Diccionario de la Academia), puede significar «especie de pintura al temple, que de ordinario se ejecuta en vitela o papel terso». Bastante pedestre.

Pero mi opinión, aun ponderada por el dictado de Academia, tiene a estas alturas bastante poco peso. Este libro, en castellano, se llama Iluminaciones, porque así lo llaman todos los que conocen la obra de Rimbaud. Para colmo, la mayoría de los hispanohablantes con tendencias cultas entienden por 'iluminación' una especie de acceso de gracia artística por el cual, culminado el rito de aprendizaje o iniciación, una persona adquiere conocimientos especiales acerca de la realidad de una cosa o fenómeno. A esta acepción, tan simbolista, tendrá que rendirse la Academia más tarde o más temprano.

En resumidas cuentas, poco importa que Rimbaud pensara en grabados coloreados y el lector hispano se salga por visiones espirituales. También Iluminaciones es buen título. Aceptémoslo.

Ramón Buenaventura “Arthur Rimbaud”