sábado, abril 28

Motivo

Es necesidad

O es vitalidad

Retórica

Mero

Lirismo

Desencadenado

Palabras

Construcciones

Adoquines

En la vía

Emociones

De noche

Acantilado

Desiertos

Corregidos

En doce horas

Continuas

Ininterrumpidas

Las imágenes

Sentimientos

Sensaciones

Compasión

Parecer

Es

En

Esencia

Necesario

Para

Poder

Escribir

Describir

La

Vida

Y

Entender

Que

El

Canto

Diurno

No

Brilla

A

Medida

En

Las rimas

La prosa

Fría

De

La

Pluma

Contempla

Mis

Manos

Antes

De

Padecer

En

La

Tragedia

Melancolía

Riza

Llanto

Amor

Desdicha

Canto

Una

Pupila.


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NOCTURNO
Senda de grava y luna sobre el árbol:
todo se dice suavemente.
Todo está en el interior del sueño.
 
Huella en torno de la boca, que se queja,
frente, que arriba con las estrellas,
sufre, llamea e interroga.
 
Ay, aprender de la expiación:
todo es regalado solamente
para alejarnos de nosotros mismos.
 
¡Tiempo, donde el frescor se hunde!
Hora, donde el secretamente perturbado
piensa con amargura en el adiós.
 
¡Si tu corazón lo oyera todavía!
¡Siente cómo asciende el cielo nocturno
que a causa de aquél nos trastornara!
 
Huella en torno de la boca, que se queja,
senda de grava y luna sobre el árbol.
Vela, extinguiéndose en el cuarto.
 
Todo se dice suavemente.

A MEDIA VOZ
Toma lo más sombrío del hombre: esto es eterno.
Toma de un pecho doliente lo perdido, exhala
la vergüenza, la nostalgia, murmura el llanto
en la calma del atardecer,
 
en los pensamientos antes de dormir, todas
las palabras exhaladas de la noche otoñal, todos
los pobres caminos solitarios, la aflicción
y el término del amor.
 
Como tormenta es el dolor humano y como el remoto
juego de arpas; lo más profundo, empero,
es un río; no fluye desde aquí, corre
en el interior de la tierra.
 
Toma el dolor y conviértelo en canción. ¿Qué
canción es más dulce, cuál más dignamente delicada?
Igual a la boca herida de la amada, luego;
o a la rara
sonrisa de un moribundo. En los límites siempre
se vuelven más grandes los sentimientos. Pues en
el tránsito están la consagración y el deber y aquella
fuerza mortal del sacrificio.
 
¡Copa amarga, sé bendecida! Ay, ¿quién
sufre, pues, bastante? ¿Y quién fue
vaciado hasta el fin, para que la rígida y tirante
cuerda lo estremeciera?

Josef Weinheber (Austria)

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martes, abril 17

Estar presente en la existencia



rimas

dispersas

notas

de agonìa

angustiadas rimas

que giran

flotan

desprendidas

corresponden

a vivir

talvez

corresponden

a un llamada

inquietante

verso

corto

de

existencia

pasible

melancolìa

aparte de

existir

gotas

musicales

despertar

en silencio

alegrìa

encontrar

la soledad

descubrir

el llamado

brillar en la distancia

así transcurre

grita sin cautela

estar en algùn

lugar

bendición

apasiona

las imàgenes

para soñar.



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To be, or not to be: that is the question:
Whether 'tis nobler in the mind to suffer
The slings and arrows of outrageous fortune,
Or to take arms against a sea of troubles,
And by opposing end them? To die: to sleep;
No more; and by a sleep to say we end
The heart-ache and the thousand natural shocks
That flesh is heir to, 'tis a consummation
Devoutly to be wish'd. To die, to sleep;
To sleep: maybe to dream: ay, there's the rub;
For in that sleep of death what dreams may come
When we have shuffled off this mortal coil,
Must give us pause: there's the respect
That makes calamity of so long life;
For who would bear the whips and scorns of time,
The oppressor's wrong, the proud man's contumely,
The pangs of despised love, the law's delay,
The insolence of office and the spurns
That patient merit of the unworthy takes,
When he himself might his quietus make
With a bare bodkin? who would fardels bear,
To grunt and sweat under a weary life,
But that the dread of something after death,
The undiscover'd country from whose bourn
No traveller returns, puzzles the will
And makes us rather bear those ills we have
Than fly to others that we know not of?
Thus conscience does make cowards of us all;
And thus the native hue of resolution
Is sicklied o'er with the pale cast of thought,
And enterprises of great pith and moment
With this regard their currents turn awry,
And lose the name of action. - Soft you now!
The fair Ophelia! Nymph, in thy orisons
Be all my sins remember'd.


(Ser o no ser: he aquí la grande duda.
¿Cuál es más noble? ¿Presentar el pecho
de la airada fortuna a las saetas,
o tomar armas contra un mar de azares
y acabar de una vez?... Morir... Dormirse...
Nada más, y escapar en sólo un sueño
a este dolor del alma, al choque eterno
que es la herencia del alma en esta vida.
¿Hay más que apetecer?... Morir... Dormirse...
¡Dormir?!... Tal vez soñar... Ahí está el daño.
porque ¿quién sabe los horribles sueños
que pueden azorar en el sepulcro
al infeliz que se abrió camino
de entre el tumulto y confusión del mundo?
A este recelo sólo, a este ¿quién sabe?,
debe su larga vida la desgracia;
si no, ¿quién tolerara los reveses
y las burlas del tiempo? ¿La injusticia
del opresor y el ceño del soberbio?
¿Las ansias de un amor menospreciado?
¿La dilación de la justicia?... ¿El tono
e insolente desdén de los validos?
¿Los desaires que el mérito paciente
tiene que devorar... cuando una daga,
siempre a su alcance, libertarle puede
y sacarlo del afán?... ¿Quién sufriría
sobre su cuello el peso que le agobia,
gimiendo y jadeando hora tras hora,
sin ver el fin, a no ser que el recelo
de hallar que no concluye en el sepulcro
la penosa jornada... que aún se extiende
a límites incógnitos, de donde
nadie volvió jamás... confunde al alma
y hace que sufra conocidos males
por no arrojarse a los que no conoce?
Esa voz interior, esa conciencia,
nos hace ser cobardes: ella roba
a la resolución el sonrosado
color nativo, haciéndola que cobre
la enferma palidez del miramiento;
y las empresas de más gloria y lustre,
al encontrarla, tuercen la corriente
y se evaporan en proyectos vanos.)


William Shakespeare
HAMLET - ACTO III, escena I
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sábado, abril 7

Sueño

Sentado el un rincón ajeno al polvo, sincero en el descanso, contempla una vida participe extraño de la tragedia de existir. Escribe en nubes grises y ocultas la visión de la penumbra.

Una mujer, maravilloso ángel nocturno aparece en un sueño, confiesa ante un altar visión de muerte desprendida por una pared, siguen sus pasos, dejan llagas en su espalda ¡blasfemias! ¡injurias! ¡pagaras con la vida! silencio.

Nadie comprende su risa, nadie siente sus manos pálidas de alegría, el visitante rodea su almohada, sopla en su oído dulces notas, melodías brillantes, acordes oníricos se tejen, el grito dulce y seco es audible, golpe musical en las paredes.

Palabras, intento de configuración de las ansias, la melancolía no es permitida en el mundo de esta joven victima, inocente ser de hermoso cabello y sentimiento puros, incontenible crimen no se un ángel en la noche antes de sentir la pasión del otro mundo.

El observante continúa dando vida a la tinta, el calor del cuerpo sube a la memoria; siente en la niebla obscurecer su visión.

La hija del espanto y la opulencia, no puede salir, reja despierta impide ver sus pasos en la hierba seca, mentes ajenas le inyectan vida en las mañanas, lluvia artificial en su cuerpo, lagrimas frágiles en su conciencia, un níveo pétalo cubre su cuerpo, las heridas no sierran, solo gotean en la melancolía de Beethoven.

Risa, no es mas que un recuerdo, una imagen en un violín pétreo, su bello rostro nunca pudo iluminarse, sentía penumbras en su cabello, eran largas y obscuras, la noche, su reflejo.

En el aire una marcha fúnebre se teje en silencio, goteando crece en vida, !vida! no existe lamento terrible en sentir su ausencia, total desierto y angustia.

Sentir la brisa, tomar el aire puro sin golpes de maldad, acaecimiento de la esperanza, contemplación inútil, codicia más ávida.

Más se puede esperar de la pluma del escriba.

Desaparecen las sombras del lecho indefenso, sonrisa visible, la piedad consigue el efecto, las paredes no aguardan a las visiones, querubines de alas negras cruzan la mirada con el visitante, visión nublada.

Aturdido por la dama, abatido por sentir su sonrisa, destina sus miedos a conservar la cordura. Intenta comenzar otra página, cruza las líneas aguando la fatiga de la gloria.

Toma su mano, grita con ella, agita la miseria de ambas estelas, sintaxis mal escrita, dejan de lado las visiones de tragedia, cuentan las horas con reflejos de luna.

Miran mi imagen y tiemblan, la pesadilla nos envuelve, mirada congelada, tinta condensada; sangre extendida en el papel. Visiones de sueños.

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IMITACION DE SHAKESPEARE.

¡Mañana, si, mañana, i aun mañana!
I despues de ese seguirá otro dia,
Corriendo todos con tenaz porfía
A perderse en la inmensa eternidad!
Así pasan fugaces nuestras horas!
En su curso monótono i medido,
Alumbrando al camino que al olvido
Conduce a la doliente humanidad.

Apenas llega un dia i desvanece:
Efimero cual él otro le sigue;
I eterno el tiempo en su tarea prosigue,
Arrojando a la nada lo que creó.
I el hombre, convidado misterioso
De ese festin de muerte, pasa vano,
Como de arena imperceptible grano.
Que el viento del desierto levantó.

Como un sueño pasar mira vida:
La juventud se le presenta bella,
Guiado por la esperanza, dulce estrella,
En la frente la aureola del amor:
La copa de la dicha le presenta;
I al acercar a ella el labio ansioso,
Mira quc desparece; i pavoroso,

Se levanta un espectro aterrador:
Es la vejez, que en su marchita mano
Lleva el caliz amargo de la vida;
A gustarlo le obliga; i escondido
Encuentre allí la triste decepcion.
El espectro, con dedos descarnados
Arranca ya las flores de su frente,
Su Eden convierte en páramo inclemente
Destrozándole el prisma de ilusion:

I cuando con su nliento emponzoñado
Marchitó la esperanza lisonjera;
Cuando vió que la grata primavera
Con su lúgubre nombre oscureció,
Cuando perdida ya las ilusiones
Disipados los sueños de ventura,
Solo quedan acento de amargura
A su voz que el dolor enmudeció;

En ellos a la muerte invoca, ansioso;
A esa amiga fatidica i sombría,
Que alargando al mortal su diestra fria
Lo conduce al asilo postrimer.
iOh existencia! luz breve i fujitiva ;
O mas bien sombra triste, errante i vana;
Comparable al histrion que se engalana
En hora fujitiva del placer;

A quien todos escuchan un momento;
Que durante un instante se envanece,
I que pasado este desparece
Para entrar en su propia oscuridad.
Te asemejas al cuento que un demente
Relata en su delirio turbulento;
Lleno de ruido, furia i movimiento!...
I encierra solo oscura vaguedad!

DOLOR

Canst thou not minister to a mind disens'd;
Pluck from the memory a rooted sorrow;
Raze out the written troubles of the brain;
And with the some sweet oblivious antidote,
Cleanse the stuff'd bosom of that perilous stuff
Which weighs upon the heart?
Macheth.


¿No te es posible, dí curar el alma,
Desarraigar un hondo sentimiento,
Estirpar del cerebro un pensamiento,
I la razon volver su antigua calma?

¿No te es posible administrar, prudente,
Algun suave antídoto de olvido
Que limpie el pecho de dolor henchido,
I que amortigüe el corazon doliente?

¿Qué existencia maldecida
Fué la que el cielo me diera,
Que a luchar solo naciera
En borrasca embravecida?

¿Por qué veloces pasaron
Los años de la inocencia,
I en dolorosa esperiencia
Sus ilusiones trocaron?

¿Qué se hizo la ciega fé,
I la sublime confianza,
I aquella grata esperanza
Que en el destino cifré?

¿Por qué la naturaleza
Miró al traves de un crespon?
¿Por qué no hallo una mansion
Que disipe mi tristeza?

¿Qué quiere esa nube negra
Que cual un fúnebre velo
Me cubre el azul del cielo
I el sol cuyo rayo alegra?

Iel viento que triste jime
Sacudiendo mi ventana,
¿Qué tiene? ¿por qué se afana?
¿Acaso un dolor le oprime?

I esa campana que llora
¿Qué nos quiere? ¿llama a alguno?
Me angustia su eco importuno,
Pienso que sufre e implora.

En todo encuentro pesar,
No hallando solaz en nada;
I mi cabeza agoviada
Quisiera ya reposar.

Mis ilusiones pasaron
Con mis años halagüeños;
I mis dorados ensueños
Cual humo se disiparon;

Todo en la vida perdió
Para mi su dulce encanto
I en hondo mar de quebranto
Mi corazon se anegó.

En otro tiempo gozaba
En la amena soledad;
Léjos de la sociedad
Mi espíritu se estasiaba;

Mas; oh dolor! ya no encnentro
En su seno bienestar;
Allí me sigue el pesar
Con su semblante siniestro.

Por do quiera ya mis ojos
Solo en sepulcros se fijan;
I a doquier que se dirijan
Descubren tristes despojos:

En la sublime creacion
Contemplo solo un osario;
Do se alzan en su sudario
La muerte i la proscripcion:

Ellas llenan mi existencia,
I cual esfinjes sombrias,
Me acompañan en mis dias,
lnmobles en mi presencia:

Oscurecen el pasado,
Llenan de duelo el presente,
I el porvenir a mi mente
Lo presentan desolado.

Consume mi alma el dolor,
I mi cuerpo se aniquila,
I ya mi razon oscila
En este abismo de horror.

¿Qué hacer en tal desventura?
¿Donde encontrar un asilo,
En cuyo seno tránquilo
Olvide tanta amargura?

Cuando el huracan domina
Con su ímpetu poderoso,
Doblega el árbol frondoso,
La flor i el boton inclina;

Mas, pasada su violencia
Se levantan mas hermosos;
Sonrien al sol, dichosos,
Bendiciendo su presencia;

I olvidan cuanto han sufrido
Gozando del rayo ardiente
De aquel astro refuljente
Que su lumbre ha difundido:

Seres se hallan en el mundo
Que cual ellos se agoviaron;
I tambien se reanimaron
Olvidando un mal profundo;

Que a los placeres renacen
I con lozana esperanza
Reviven a la confianza
Cual si la dicha encontrasen;

Pero yo, desventurada,
Suspiro por el olvido
I mi reposo perdido
No puede volverme nada:

Ai! todo aquello que un dia
Mi corazon estasiaba,
Cuanto a mi mente halagaba,
Dando a mi pecho alegria,

Solo me causa tormento;
Porque entre el tiempo pasado
I el presente desolado
Media un abismo sangriento:

Porque ahora desprecio el mundo;
I en la humanidad no creo:
Por do quiera ya no veo
Sino un desierto infecundo.

La violenta tempestad
Que devastando mi vida
Me arrojó cual ave herida,
A una yerta soledad,

En su raudo torbellino
Arrastró mis ilusiones;
I en estranjeras rejiones
Me entregó a fatal destino:

De allí contemplo, abismada,
Las injusticias humanas:
Afanes i luchas vanas
Solo alcanza la mirada;

I vaga mi pensamiento
En los recuerdos penosos
De tantos hechos odiosos
I de miserias sin cuento.

iOh Dios! la vida es un sueño,
Una pesadilla horrible?
¡Ser eterno, incomprensible,
Dadme un celestial beleño,

Que adormezca el sentimiento
De mi pecho dolorido
Dando reposo i olvido
Al cansado pensamiento!

A vos, imploro, Señor,
Desesperar ya me siento;
Dad alivio a mi tormento;
Os lo pído por favor.

En mi infortunio, oh mi Dios!
IHe sufrido demasiado
I de todos he dudado,
iNo quiero dudar de vos!


MERCEDES BELZU DE DORADO (1835) poetisa boliviana, se refería a sus versos de la siguiente manera:

"versos sin arte, sin pretension, tristes como mi vida, monótonos
como el sentimiento que me dominára; los escribí sin pensar en
que jamas fueran leidos i sin preocuparme de reglas que ignoraba "


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